Mente de Iluminación

 

¿QUÉ ES LA BODHICHITTA?

Dalai Lama

de In Praise of Great Compassion

 

La palabra “bodhicitta” tiene dos sílabas, bodhi y chitta. Bodhi significa despierto o iluminado, y citta, significa mente. ¿Qué clase de mente? Hay dos clases de mente: consciencia primordial y factores mentales. La consciencia primordial conoce la naturaleza general de un objeto, sea esto un objeto de visión, sonido, olfato, gusto o tacto, sea un objeto mental. Los factores mentales auxiliares conocen las especificaciones del objeto. Como una consciencia primordial, la bodhicitta se enfoca en la naturaleza general de su objeto, que en este caso es bodhi. “Bodhi” implica tanto purificación como realización. Para demostrar esto, los traductores tibetanos traducen “bodhi” o “despertar” como byang chup (pronunciado yang chup) en tibetano. Yang indica purificación; podemos comprender que por medio de la purificación de todas las oscuraciones mentales es posible para la mente conocer directamente todos los fenómenos. Chup indica mejorar nuestras mejores cualidades para así alcanzar este estado. De esta manera, yang chup connota que el despertar que se produce al completar el proceso de purificación es omnisciencia, la budeidad con los cuatro cuerpos de un Buda.

De manera similar, los traductores tibetanos tradujeron la palabra “buddha” como sangs rgyas (pronunciado sang ye). Sangs significa eliminar, y se refiere a la erradicación de todas las faltas y oscuraciones, y rgyas significa expandir, en el sentido de conocer todos los fenómenos y realizar todas las cualidades exquisitas. Alguien que ha hecho esto es sang ye o buda.

Observando en las palabras yang chup y sang ye, vemos que tienen significados similares: tanto yang y sang representan la purificación de todas las oscuraciones, mientras tanto chup y ye indican la expansión de las buenas cualidades y el desarrollo de todas las realizaciones, especialmente la realización directa de la vacuidad. Esta realización de la vacuidad es común para los āryas de los tres vehículos: los Vehículos del Śrāvaka, del Realizador Solitario y del Bodhisattva. Debido a cómo practican los śrāvakas, los realizadores solitarios y los bodhisattvas antes de lograr sus respectivos despertares, hay diferencias en estos tres tipos de despertar. En el caso presente, “bodhi” se refiere al bodhi Mahāyāna o gran despertar, por tanto, yang indica la purificación tanto de las oscuraciones perturbadoras como las oscuraciones cognitivas, y chup es la realización búdica de la realidad definitiva en la que no hay diferencia entre la meditación estabilizada y la realización pos meditación. El despertar búdico tiene la habilidad de permanecer de manera simultánea en la unión de la estabilidad meditativa y la realización pos meditación hasta el fin del espacio; a diferencia de los seres sensibles, los budas son omniscientes y pueden percibir directamente al mismo tiempo todas las verdades veladas y las verdades absolutas.

La bodhicitta es una consciencia primordial. Como tal, es acompañada por (es concomitante con) distintos factores mentales, siendo el principal la aspiración de alcanzar el completo despertar. ¿Cómo surge esta aspiración? La contemplación de la bondad de los seres sensibles y su duḥkha [insatisfacción] en el saṃsāra genera gran compasión, que es un factor mental de desear que todos los seres sensibles se liberen del sufrimiento. El objeto observado de compasión son los seres sensibles. La fuerte meditación en la gran compasión genera la aspiración de beneficiar a los seres sensibles. Esta aspiración nos lleva examinar como beneficiar mejor a los seres sensibles, y concluimos que es por medio de lograr las cualidades de un buda. Así nace la aspiración por el completo despertar. Esta aspiración acompaña a la mente primordial de la bodhicitta.  El objeto de observación de la bodhicitta es bodi, nuestro propio despertar. La bodhicitta es dirigirse hacia el despertar completo porque queremos trabajar por el bienestar de todos los seres sensibles al alcanzar el pleno despertar. La sabiduría es la fuerza que purificará nuestra mente y la transforma en a mente completamente despierta de un buda. El objeto observado de esta sabiduría es la vacuidad.

Para tener la aspiración del pleno despertar, tenemos que comprender lo que estamos aspirando, y al hacerlo necesitamos antes que nada estar convencidos de la posibilidad de lograr la cesación verdadera, el nirvāṇa. Esto nos devuelve al tópico de la naturaleza de la mente siendo pura y las perturbaciones siendo adventicias, como se abordó en el volumen inicial. Esto, a su vez, nos lleva a investigar la naturaleza definitiva de la mente, por medio de lo cual llegamos a comprender y entonces tener una realización inferencial de la vacuidad. Los practicantes de facultad aguda generan bodhicitta sobre las bases de la realización inferencial de la vacuidad que confirma la posibilidad de lograr el pleno despertar. Su bodhicitta es especialmente firme y no puede degenerar porque está basada en el raciocinio.  Los practicantes de facultad modesta, inspirados por sus maestros, por practicantes avanzados y las escrituras, asumen que es posible el despertar. Por cuanto su bodhicitta está basada en la fe, no es firme y es vulnerable a la degeneración.

En el Ornamento de la Realización Clara, Maitreya describe veintidós tipos de bodhicitta que serán explicadas en el último capítulo. Los practicantes del nivel inicial del camino de acumulación tienen bodhicitta como tierra, que puede degenerar por lo que los practicantes pierden su bodhicitta y recaen en el estado de un no bodhisattva.

Sin embargo, la bodhicitta como oro, alcanzada en el nivel medio del camino de acumulación, es estable y no degenerará. La bodhicitta divorciada de la sabiduría de realizar la vacuidad no puede desarrollarse más allá del nivel inicial del camino de acumulación; por lo que es importante también continuar nuestra comprensión de la vacuidad mientras creamos las causas para generar la bodhicitta.

La sabiduría de la mente que se enfoca en bodhi está desarrollada por completo en la budeidad. Para llegar al estado de enriquecimiento mental indicado por chup, debemos comprender el objeto de observación de la bodhicitta: el pleno despertar. El potencial de lograr el despertar total no es algo que debemos de nuevo generar; es una cualidad innata de nuestra mente presente desde tiempos sin comienzos. El Buddha dijo (AN 1.51):

La mente, oh monjes, es luminosa, pero es contaminada por las profanaciones adventicias.

Y Maitreya dijo en el Continuo Sublime (RGV 1.50):

Los contaminantes son adventicios; innatas, las buenas cualidades.

Igual declaración hizo Dharmakīrti (PV 2.208ab):

Luz clara es la naturaleza de la mente:

Las contaminaciones son adventicias.

Estos maestros remarcan dos razones de por qué los contaminantes pueden ser eliminado de la mente. Primero, existen poderosas fuerzas contrapuestas capaces de destruir los contaminantes. Segundo, la naturaleza de la mente es luz clara, esto es, los contaminantes no habitan en la naturaleza de la mente. La habilidad de conocer y comprender objetos es la naturaleza innata de la mente. Cuando las oscuraciones son superadas y esa habilidad es perfeccionada y enfocada en los objetos que valen la pena, la mente es purificada y todas las oscuraciones son removidas. A la vez, nuestra mente se volverá la mente omnisciente de un buda.

Si la capacidad de realizar algo está en la naturaleza de la mente, ¿por qué nuestra mente presente no realiza todo lo existente? Porque está contaminada por las oscuraciones. En tanto chup indica enriquecer la mente con realizaciones, para llegar al estado de perfecto enriquecimiento o perfecta realización se necesita la completa purificación. Esto es, para llegar a eso, la purificación debe suceder por el enriquecimiento. Así, yang llega primero, seguido de chup en la palabra yang chup —la palabra tibetana para despertar— porque sin purificación no existe la posibilidad de conocer todos los objetos.

Sin embargo, decir que la habilidad de conocer y comprender que un objeto —aun un objeto como la vacuidad de la existencia inherente— es una cualidad innata de la mente no quiere decir que podemos descansar y relajarnos y el despertar vendrá a nosotros sin ningún esfuerzo. Conseguir que fructifiquen las dos aspiraciones relacionadas con la bodhicitta implica esfuerzo y diligencia, porque la serenidad y la visión profunda debe ser cultivada y unificada para realizar la bodhicitta definitiva no conceptual, la sabiduría que realiza directamente la vacuidad.

Solo esta sabiduría tiene la capacidad de remover todas las oscuraciones de la mente de tal manera que nunca puedan reaparecer.

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