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domingo, 10 de mayo de 2020

En el camino del yoga primordial

El ciclo del día y la noche

en que uno transita por el camino del yoga primordial

gDod-ma’i rnal-‘byor gyi lam khyer nyin mtshan ‘khor-lo-ma

 

Homenaje al maestro.

(1) Rindo homenaje con gran devoción de mis tres puertas (de cuerpo, voz y mente) a todos los maestros del linaje Dzogchen, como Changdub Dorje, quién aúna en él todas las familias de Budas, también a Urgyen Tenzin y Dorje Paldron.

(2) El Buddha primordial Samanatabhadra y el glorioso Vajrasattva transmitieron el método para transitar por el camino de la esencia de Atiyoga de Garab Dorje, el maestro supremo. Deseando explicar un poco del néctar de sus enseñanzas, ruego a los Dakinis me den su permiso.

(3) Debemos siempre entrenar nuestras mentes con el cuádruple cambio de actitud y nunca separarnos del yoga en que somos conscientes de nuestra innata presencia como siendo nuestro verdadero Maestro. Continuar con esta consciencia sin distracción en los cuatro momentos (de comer, sentarse, andar y dormir) es la raíz de la práctica.

(4) Ciertamente, con respecto al día y la noche, existe una práctica principal diaria que procede como un ciclo continuo. La práctica del día que gobierna las actividades de los tres momentos (de comer, sentarse y caminar) se compone de tres elementos: entendimiento, estabilización y progreso en la práctica.

(5) Con respecto a los primeros tres momentos: en el comienzo, debemos comprender lo que aún no hemos comprendido. Todo fenómeno que es visto u oído, no importa cuántos sean, son cómo falsas imágenes, incluso aunque parezcan ser muy diversos. Así podemos concluyentemente determinar que son solo una exhibición mágica de la mente.

(6) La naturaleza de la mente es desde el principio vacua y sin yo.  No habiendo nada concreto en ella, su aspecto que es luminosa claridad es sin-obstáculos (e ininterrumpida), como la luna reflejada en el agua. Eso es esa primordial última consciencia de pura presencia en la que no hay dualidad de vacuidad y claridad. Debemos entender que esta consciencia primordial es natural y espontáneamente auto-perfeccionada.

(7) Reconociendo que las apariencias (externas) son solo ornamentos (o embellecimientos) de la condición real de existencia, las apariencias que surgen a los agregados de los seis sentidos relajadamente alertas son auto-liberadas en su propia condición (siempre que surgen). Como reconocemos que la pura presencia es solo consciencia primordial como tal, las manifestaciones de nuestras pasiones y trazas kármicas son auto-liberadas en su propia condición (siempre que surgen).

(8) Puesto que las apariencias y la pura presencia son reconocidas como inseparables, los pensamientos que se aferran a la dualidad de sujeto y objeto son auto-liberados en su propia condición (siempre que surgen). Más aún, los métodos de auto-liberación a través la atención desnuda, y la auto-liberación como tal, son los medios para progresar en el camino de práctica según la intención de este yoga.

(9) La consciencia que surge en un primer instante (de contacto sensorial) es en efecto la pura presencia que surge sin corrección (o modificación) y que es no-creada (por causas). Esta misma condición de existencia que transciende las limitaciones de sujeto y objeto es la auténtica pura presencia primordial auto-originada.

(10) Con respecto a esta pura presencia, los tres aspectos del estado de Samantabhadra son realmente completos: Está desprovista de cualquier traza kármica, su Esencia que es el Dharmakaya es vacuidad; estando desprovista de pensamientos y conceptos, su Naturaleza que es Sambhogakaya es claridad; estando desprovista de cualquier deseo o apego, (su Energía) que es Nirmanakaya, es no-obstruida (e ininterrumpida).

(11) Esa consciencia, solo con su existencia, está enteramente carente de pensamientos dualistas que piensan en términos de sujeto y objeto, y así (las apariencias externas) surgen como manifestaciones de claridad sin apego (a conceptos o juicios). Las apariencias se presentan en el estado de la condición real de existencia.

(12) Debido a que esta consciencia instantánea, incondicionada y natural encuentra la condición real de existencia como su Madre, (hablamos de ella como) el Dharmakaya. Permanecer en esta condición es el estado natural de la Gran Perfección.

(13) Con respecto a estabilizar (nuestra práctica, que es el segundo tópico): procedemos en el camino por medio de las tres instrucciones para integrar, relajar con presencia, y progresar en la práctica. Respecto al primer método, el de integrar: sentándonos confortablemente y estando completamente relajados, integramos (nuestra consciencia) en el cielo frente a nosotros.

(14) Cuando nos asentamos en un estado alerta y relajado sin distracción y sin meditación construida, esta consciencia inicial que es como el cielo (despejado y vacío) es también una condición carente de cualquier apego o el de aferrarse (a conceptos o juicios). Es solo claridad luminosa o solo pura presencia, y es similar a un momento de sorprendido asombro. Esta pura presencia surge de una forma desnuda sin dualidad o distinción entre el estado calmado y el movimiento de pensamientos.

(15) Mientras continuamos en contemplación, sin caer bajo el poder de la somnolencia ni de la agitación, nos encontramos en un estado que es presente en profunda lucidez y viveza. Con respecto a continuar en un estado de contemplación, incluso aunque nos ocupemos en llamar a los pensamientos, apartándolos, haciendo que se repitan o ampliándolos, permanecerán en su propia condición (siempre que surgen) sin distraer nuestro ser, y son auto-liberados

(16) Tras haber alcanzado ese estado, cuando salgamos del tiempo de contemplación, la medida de nuestra estabilidad (en la práctica) es nuestro discernimiento sobre si estamos sujetos o no al poder de los pensamientos condicionantes. Las experiencias meditativas (surgen espontáneamente), como surge la luz del sol o de la luna. Estas experiencias, como visiones, cambios en la respiración y demás, tal como surgen son no condicionadas por conceptos (o juicios).

(17) Respecto a experiencias que aparecen tras el periodo de contemplación: Puede que veamos todas las apariencias como ilusiones, o podemos considerar toda apariencia como vacua. (Debemos ser capaces de permanecer) en un estado de pura presencia y puede parecer que no surgen pensamientos discursivos, o podemos pensar que podemos implicarnos en actividades sin cometer errores.

(18) Respecto a nuestra entera dimensión: Debido a percibir objetos externos y sus análisis (por un lado), y pensamientos vívidos y discursivos (en el otro), como vacuos, obtenemos el supremo Dharmakaya, que es la naturaleza de la mente. Como esta condición no está contaminada en forma alguna por pensamientos, características o cognición, llegamos a obtener la consciencia pura primordial no manchada por pensamientos discursivos.

(19) Como nuestras dudas y trazas kármicas están ahora completamente purificadas, nuestras pasiones ya no están fuera de control. Porque esto es así, incluso aunque podemos ser (individuos ordinarios), ahora nos encontramos elevados por encima de todos los reinos del Samsara, y se dice que pertenecemos a la familia de los Exaltados (Arhats).

(20) Respecto a las instrucciones para relajarse con presencia: Siempre que surjan apariencias, no importa el modo en que aparezcan, sin ninguna corrección o modificación, (debemos mirarlas) como meros ornamentos o embellecimientos del propio estado primordial (que es la condición real de existencia). En ese estado, nuestra pura presencia interna es no-corregida, clara, vívida y desnuda. Así, mientras nos relajamos de forma alerta con presencia, (cuando los pensamientos surgen) los relajamos en su propia condición tal cual es.

(21) Con respecto a los objetos de las seis facultades sensoriales: Cuando simplemente surgen como ornamentos (del estado de presencia) de una forma lúcida sin obstrucción alguna y sin análisis intelectual, entonces son enteramente perfectos tal como son, como la potencia de presencia pura sin ningún apego (tras concepciones y juicios). Continuar en este estado sin ninguna dualidad se dice que es relajarse con la presencia.

(22) Continuando en el periodo de contemplación, sin embarcarse en ningún análisis de los objetos de los cinco sentidos, (las apariencias son dejadas) surgir clara y luminosamente de una manera relajadamente alerta sin distracción alguna o apego (tras conceptos y juicios). Entonces, tras haber concluido un periodo de contemplación, se presentará una consciencia primordial que está basada en uno u otro de los objetos de los seis agregados sensoriales; esas apariencias (sean materiales o no) parecerán no tener realidad concreta.

(23) Siempre que surjan pensamientos discursivos generados por los cinco venenos, nos relajamos alertas ante ellos sin apegos (a conceptos o juicios). (Por otro lado) deberemos no intentar bloquearlos con algún antídoto o transformarlos por algún método. (Como no están bloqueados ni transformados), las pasiones que surgen en el camino son auto-liberadas y una consciencia primordial está presente.

(24) Las experiencias que surjan durante la practica meditativa se manifiestan como claridad y vacuidad. Se encuentran presentes en un estado de visión y vacuidad, o en un estado de continuo movimiento de pensamientos y vacuidad, o en un estado de agradable sensación y vacuidad, etc… Así, pueden surgir varias experiencias conscientes de presencia de sensaciones placenteras, de claridad y de no-discurso.

(25) Respecto a nuestra entera dimensión: Comprendiendo todo fenómeno como Dharmakaya, esta consciencia no corregida del estado de existencia tal como es, está presente como una esfera perfecta que es uniforme, completa y sin dualidad. Debido a esto (se dice que) hemos alcanzado la dimensión de la consciencia primordial y que una consciencia primordial de claridad está presente.

(26) Como los objetos que percibimos son realmente manifestaciones de la condición real de existencia, nuestras pasiones y obscuraciones se purifican. Debido a esta consciencia primordial de pura presencia, nos desligamos de caer en cualquier tipo de comportamiento negativo. Y dado que nos hemos liberado de nuestras pasiones, trazas kármicas y obscuraciones, se dice que pertenecemos a la familia de los nobles Bodhisattvas.

(27) Respecto a progresar en la práctica (que es el tercer tópico a considerar): En un estado no-corregido, espontáneamente auto-perfecto, esta consciencia instantánea inicial permanece presente y sin modificar. Es una presencia pura no-discursiva que es lúcida y vívida. Así nuestra continuidad de consciencia permanece estable y sin distracción.

(28) Mientras continuamos en un período de contemplación, no influenciado por la somnolencia ni la agitación, todo se manifiesta como vacuidad, que es la condición real de la existencia. Entonces, tras haber concluido un período de contemplación, sin ser condicionado por los pensamientos, deberíamos continuar en el estado natural de la mente, tal como es en sí misma.

(29) Con respecto a experiencias durante la meditación, nos encontramos en un estado no-dual, tanto si meditamos como si no meditamos. Todas las apariencias surgen enteramente como manifestación de la energía de nuestra contemplación. La condición real de existencia de todos los fenómenos, tal cual son, se presenta sin movernos de la situación primordial ocurriendo naturalmente.

(30) Respecto a nuestra entera dimensión: Todo fenómeno, sea visible o invisible, es enteramente purificado por sí mismo en el estado de la condición real de existencia. Así pues, alcanzamos la suprema dimensión de no-dualidad, y una consciencia primordial suprema que no está revestida (por actividades mentales) está presente.

(31) Purificando completamente nuestras obscuraciones con conocimiento, así obtenemos conocimiento de todo fenómeno tal como es en su condición real de existencia. Como quedamos enteramente liberados de cualquier dualidad en relación sobre quién comprende y aquello que es comprendido, se sabe que pertenecemos a la familia de los omniscientes Tathagatas.

 

 

(32) Ahora, con respecto a proceder por el camino de la práctica por la noche, aquí debemos entrenarnos en dos prácticas: Una por la noche cuando nos dormimos y la otra por la mañana cuando nos despertamos de nuevo. Por la tarde (antes de dormirnos) debemos dejar nuestras facultades sensoriales reposar en una condición de contemplación continua. Es más, debemos integrar nuestra práctica de concentración con nuestro sueño.

(33) En el momento de dormirnos, debemos visualizar una letra A blanca o una pequeña esfera de cinco luces coloreadas en el espacio entre las cejas. Se visualiza claramente como del tamaño de un guisante. Primero fijamos nuestra consciencia en esto; después relajamos nuestra consciencia un poco y nos dejamos adormecer.

(34) Cuando nos durmamos en un estado en que los seis agregados sensoriales están relajadamente alertas en su propia condición, nuestra consciencia no se contamina con la mancha del pensamiento discursivo y la clara luz natural aparece. Así nos encontramos en presencia de la condición real de existencia sin ningún pensamiento discursivo (distrayéndonos).

(35) O de nuevo, cuando observamos esta consciencia instantánea (en el momento en que surge), no podemos ver nada en ella que pueda ser identificado como calma o el movimiento de los pensamientos. Así, encontrándonos en un estado de alerta, presencia vibrante, nos asentamos en una silenciosa consciencia y nos dormimos.

(36) El proceso de dormirnos es la causa de nuestra entrada en la claridad de la condición real de existencia. (Nuestros sentidos) son entonces completamente absorbidos en el Dharmadatu en un estado de presencia pura. Mientras durmamos, es posible continuar encontrándonos presentes en esa condición real de existencia.

(37) Habiendo quedado completamente desligados de nuestras trazas kármicas de un cuerpo material, de nuestras trazas kármicas de visión y de nuestras trazas kármicas de actividad mental, no surgirá otra actividad mental (antes de ponernos a soñar). Continuaremos encontrándonos en la presencia del estado de la condición real de existencia. Así experimentaremos un cierto grado de unión con la clara luz natural.

(38) (En el momento en que realmente) nos dormimos, no surgirán pensamientos discursivos y nuestro estado de pura presencia se absorberá en su Madre (la luz clara natural) y nos encontraremos presentes en el estado de la condición real de existencia. Después de este período de contemplación (que es la luz clara natural), reconoceremos nuestros sueños como simples sueños cuando entremos en el estado con sueños. Encontrándonos libres de ilusiones, (los sueños) se manifestarán de una forma amistosa como nuestra dimensión y nuestra consciencia primordial.

(39) Temprano por la mañana (inmediatamente después de despertar), una consciencia primordial surge que es sin corrección y presente en su propia condición. Si permanecemos en este estado natural sin distracción y sin meditar en nada, nos encontraremos quietamente presentes, no distraídos por ningún pensamiento discursivo. Eso es conocido como el estado del gurú Samantabhadra.

(40) Mirando directamente a la cara de este estado (de pura presencia), observaremos con atención desnuda quién está meditando. No encontrando ahí nada reconocible (o confirmable), una consciencia primordial desnuda y auto-originada se auto-libera tal como surge. Entonces una consciencia primordial no-dual se hace presente.

(41) En ese momento, encontrándonos más allá toda visión objetiva y trascendiendo todo pensamiento discursivo que se aferre a la dualidad, una consciencia primordial no-discursiva se manifiesta claramente. Como estamos conscientes, una consciencia primordial de claridad, inmaculada (de la mancha de los pensamientos discursivos), se vuelve claramente manifiesta. Como no hay dualidad (presente de sujeto y objeto), una consciencia primordial de sensación placentera se vuelve claramente manifiesta.

(42) Como hemos llegado a entender que todo fenómeno es en sí mismos la condición real de existencia, una consciencia primordial que no está equivocada en forma alguna se manifiesta de forma suprema. Y como una consciencia primordial de cantidad (que sabe cada cosa en su individualidad) se vuelve claramente manifiesta enteramente, la naturaleza inherente de las tres dimensiones de nuestra existencia se vuelve supremamente manifiesta.

(43) Cuando uno practica la esencia de este yoga día y noche, toda nuestra dimensión vital entra en contemplación. Familiarizándonos con la práctica, nuestras pasiones surgirán en el camino (como algo útil). Ciertamente obtendremos toda medida de cumplir con beneficiar a los seres, cuyo número es igual a la vastedad del cielo, debido a realizar las tres dimensiones de nuestra existencia.

(44) La medida de nuestra familiaridad (con esta práctica es el grado en que somos capaces de) reconocer nuestros sueños como sueños mientras dormimos. Como los apegos a sensaciones de placer y dolor (será superadas día a día), nos encontraremos en un estado de integración, no vestido (por juicios ni conceptos). Debido a que nuestra consciencia primordial está presente, toda apariencia surge como un amigo (que puede ayudarnos en el camino). La continuidad de la ilusión es así interrumpida y nos encontramos en la presencia del estado de la condición real de existencia.

(45) Como el practicante de Atiyoga, a través del día y la noche, permanece sin moverse de este estado de la condición real de existencia, se dice que él o ella realiza la Budeidad incluso en el instante entre dos respiraciones. Así fue dicho por el gran ser Garab Dorje.

(46) Respecto a las pasiones que surgen en el camino (como algo útil en nuestra práctica), sin categorizar los fenómenos (como buenos o malos), los encontramos presentes en la condición real de existencia. Debido a que todos ellos están presentes en la consciencia total, sin que haya ninguna conceptualización a su respecto, reconocemos la ilusión (como no siendo otra cosa que) no-discursividad. Los fenómenos se manifiestan (no-discursivamente) como la condición real de existencia tal como es en sí misma.

(47) Todo fenómeno que aparece como objetos de los agregados de los seis sentidos está presente en claridad luminosa y carece de cualquier naturaleza inherente. Debido a esto, reconocemos la ira teniendo el carácter de claridad y se manifiesta ahora como la consciencia primordial de la claridad.

(48) Todo lo que se manifiesta externamente es la condición real de existencia, mientras que internamente, la pura presencia es consciencia primordial. Debido a que la sensación de gran gozo que es sin distinciones dualistas, tiene la naturaleza de la Energía, reconocemos los deseos como representando en realidad el potencial de gran gozo. Por lo tanto, así manifiesta una consciencia primordial de la sensación de gran gozo que es espontáneamente auto-perfeccionada sin ninguna limitación.

(49) Más aún, otros seres son beneficiados por medio de las tres dimensiones de nuestra existencia. Y las tres pasiones venenosas se manifiestan enteramente como la dimensión de nuestra existencia y su consciencia primordial inherente. Y debido a esto, todo lo que surge de ellas está presente también como nuestra dimensión de existencia y su consciencia primordial inherente.

(50) Debido a que lo que llamamos "pasiones" ya no existen, no existen más causas para transmigrar en el samsara. Con respecto a eso, incluso aunque podamos pensar en llamar a esta condición "nirvana", en realidad es simplemente la multitud de cualidades virtuosas (de nuestro estado primordial de Budeidad) manifestándose espontáneamente en su auto-perfección, sin ninguna corrección o modificación hecha a ellas. Como el sol ascendiendo por el cielo, podemos decir que esto es solo como esa misma claridad.

(51) Con respecto a este método: La esfera de actividad de los estudiantes debería abarcar las cinco capacidades de indulgencia para participar, tener diligencia, presencia plena, concentración e inteligencia. De acuerdo con las instrucciones que hayamos recibido sobre el supremo vehículo (Atiyoga), deberíamos saber cómo realizar para nosotros las condiciones armoniosas para completar y perfecciones (estas cinco capacidades).

(52) Habiendo empezado esto, por virtud de estas pocas sucintas palabras a las que titulo néctar del estado del Maestro Kunzang Garab Dorje, ¡pueda yo y todos los demás seres sintientes, iguales en número a la vastedad del cielo, que están conectados conmigo (kármica y espiritualmente), rápidamente obtener el mismísimo estado del victorioso Jina Samantabhadra!

 

Este texto, que se orienta a aquellos que desean participar en el supremo vehículo de Dzogchen, fue plasmado en memoria del Sr. Paul Anderson que falleció pacíficamente. Debido a que estamos comenzando un retiro en la comunidad Dzogchen de Conway en el Este de America, este texto fue escrito por el practicante Dzogchen Namkhai Norbu en el año del Cero de Agua en el noveno mes en su tercer día, ¡que con seguridad es un día de buena fortuna! Conway Massachusetts 9 de Octubre de 1.983

 

A petición de Namkhai Norbu Rimpoche y en colaboración con los miembro de la comunidad Dzogchen de Conway, este texto sobre la práctica consciente de la contemplación Dzogchen fue traducido a la lengua inglesa por Vajranatha, John Myrdhin Reynolds.

SARVA MANGALAM

 

Humildemente sin permiso y en soledad, este texto fue traducido al lenguaje castellano en Barcelona en el año del Mono de Fuego, durante el caluroso final del séptimo y principio del octavo mes lunar.

http://blogdetao.org

Editado con pequeñas modificaciones sin alterar el contenido del texto. NG

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