La liberación natural de los hábitos
Tsoknyi Rinpoche| Febrero 22, 2021
El patrón habitual fundamental es el samsara mismo, la rueda de la existencia cíclica habitual que causa todo tu sufrimiento. El karma que impulsa la rueda —los tres venenos del apego, la agresión y la ignorancia— son en realidad hábitos mentales profundamente arraigados.
Cuando finalmente te canses de participar inconscientemente en el calendario de programación samsárica habitual, ¿qué puedes hacer para cambiarlo? El budismo enseña tres formas básicas de cortar tus lazos con el samsara, una vez que hayas decidido que esto es algo que realmente necesitas y deseas hacer.
Un enfoque es cerrar el mundo de los fenómenos y su apego a él. Este es el camino de la renuncia. Está ilustrado por las pinturas de esqueletos en las paredes de los templos en Birmania o Tailandia. Son recordatorios para los monjes y monjas Theravada para que se mantengan libres del deseo y el apego que surja en su mente. El problema es que este método de cortar episodios individuales de apego uno tras otro podría ser interminable.
Otra posibilidad es transformar la forma en que percibes el samsara por completo. En lugar de renunciar a ella, te entrenas para desarrollar una fuerte compasión y comprensión penetrante de la naturaleza vacía del samsara. Al cambiar tu forma habitualmente engañosa de percibir los fenómenos, cambiarás la forma en que tu mente se ve afectada y responde a las emociones negativas y a la confusión. Este es el enfoque básico del budismo Mahayana. Es una práctica sutil que requiere una gran cantidad de autoexamen paciente y una clara conciencia de tu motivación.
El tercer método es permitir que el samsara se manifieste y reconocer inmediatamente que es la expresión o demostración de la sabiduría primordial. Este es el enfoque en las tradiciones de meditación Dzogchen y Mahamudra del budismo Vajrayana.
En la práctica de Dzogchen, lo más importante es el reconocimiento del espacio interior o vaciedad. Si puedes practicar esto, entonces cualquier fenómeno del samsara que surja se disuelve en la mente de sabiduría.
Para que esto suceda, tu reconocimiento de la naturaleza de la mente debe ser inquebrantable. Si puedes lograr esto, entonces cualquier cosa que surja en tu corriente mental (emociones, pensamientos, gustos, disgustos, percepciones de lo bueno y lo malo, etc.) se libera naturalmente sin esfuerzo.
El problema es que cuando los fenómenos surgen de la confusión y la ignorancia, dominan tu percepción y el resultado es sufrimiento. Sin embargo, las emociones negativas habituales como el miedo pueden liberarse de forma natural al permitir que se disuelvan en el espacio interior de la mente. Puedes hacer esto porque la esencia de estas emociones habituales es en realidad sabiduría.
El punto clave es dejar ir el aferramiento dentro de la emoción y ver su verdadera naturaleza. Cuando surgen las emociones habituales, no las reprimes ni te dejas atrapar por ellas. No te dejas llevar por aferrarse al yo y los demás. Si permites que la emoción se disuelva, la energía atrapada dentro de ella se libera y florece como sabiduría.
Con la práctica continua en la verdadera naturaleza de la mente, puedes desarrollar una fuerte conciencia de conocimiento del yo para que, naturalmente, se transmuten las emociones negativas en su esencia. Cuando surgen fenómenos, se auto-liberan porque la identidad del ego y la mente conceptual finalmente se han retirado. Entonces, la verdadera naturaleza de la mente, que es sabiduría, les permite resolverse en el espacio interior de forma natural.
En Dzogchen, esto se llama la “gran facilidad”, en la que incluso el concepto de muerte es una broma, solo otro fenómeno que en última instancia está vacío. Has atravesado una especie de puerta secreta: se revela todo lo que la mente conceptual y la fijación del ego ocultaban para ti. Te das cuenta de que ha sido completamente accesible y está presente todo el tiempo como tu naturaleza básica.
La verdadera naturaleza de la mente no actúa, no hace nada, no modifica ni funciona como un antídoto sutil contra los fenómenos. Es simplemente espacio abierto y luminosidad en unión. Si arroja polvo de tiza de color al aire, no tiene nada a lo cual agarrarse o adherirse. Cae naturalmente al suelo. No es como si el espacio hiciera algo. Es simplemente cómo es el espacio. La verdadera naturaleza de la mente es así.
Hay desarrollos progresivos en Dzogchen, a medida que profundizas tu experiencia de la mente sabia y aprendes a liberar hábitos sin esfuerzo. La etapa de liberación del ego se compara con arrojar tiza al espacio. La liberación resultante es como dibujar sobre el agua, y la liberación más allá del beneficio y el daño es como un ladrón que entra en una casa vacía.
Cuando llegas a este último nivel, todo lo que surge se ve como amigable y estás completamente despreocupado. No es necesario que aceptes, rechaces ni cambies nada. Todas las apariencias se realizan como fenómenos de pura sabiduría, que surgen espontáneamente como energía compasiva de la unidad de la verdad absoluta y relativa.
Esta liberación natural de pensamientos y emociones se basa en un reconocimiento no conceptual del espacio interior. Sabes que la esencia de cualquier emoción aflictiva es pura sabiduría y que los pensamientos en sí mismos están vacíos. Esto te da una profunda sensación de amplitud, una sensación de despreocupación. Tienes la confianza de que todos los fenómenos pueden liberarse naturalmente por sí mismos sin la necesidad de un antídoto o remedio. Experimentas la pureza infinita que lo impregna todo. No necesitas eliminar ni abandonar nada, pues todo ya es puro en esencia.
Tsoknyi Rinpoche es un maestro de meditación de los linajes Kagyu y Nyingma del budismo tibetano e hijo del difunto Tulku Urgyen Rinpoche. Enseña ampliamente en Occidente y supervisa conventos y monasterios en el Tíbet y Nepal. Su libro más reciente es Open Heart, Open Mind.
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