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jueves, 20 de mayo de 2021

Descubriendo las cinco sabidurías

 

La verdadera naturaleza de las emociones

GENDUN RINPOCHE

 

Aquellos que practican el Vajrayana, las enseñanzas tántricas secretas, tienen un compromiso sagrado de no rechazar las emociones del apego, la ira, la ignorancia, el orgullo y la envidia o los celos. La razón para que esto sea así tiene que ver con que si las rechaza, nunca tendrán la posibilidad de descubrir su sabiduría intrínseca.

Al abandonar los cinco venenos, abandonamos, al mismo tiempo, cualquier posibilidad de realizar las cinco sabidurías, puesto que ellas se encuentran en el mismo lugar de las emociones. Esa es la razón por la cual, cuando nos comprometemos con las prácticas tántricas, debemos trabajar con los diferentes objetos que dan surgimiento a las reacciones emocionales.

Los objetos mismos del apego, el odio, etc. se convierten en los medios para la liberación de los conflictos emocionales. En términos prácticos, esto significa que cuando uno de los cinco venenos aparece en la mente, tenemos que mirar directa mente su esencia hasta entender que en verdad no tiene una existencia real.

Percepción, emoción y sabiduría:

Las emociones aparecen debido a las condiciones creadas por nuestra mente confusa. Nuestra conciencia básica, que en el momento presente se encuentra en un estado de total ignorancia, proyecta a partir de sí la idea de un mundo experimentado por medio de los cinco sentidos, los cinco órganos de los sentidos y sus relaciones activas con los objetos externos. Debido a nuestros hábitos previos, la mente proyecta imágenes que considera separadas de ella misma. Entonces, éstas se convierten en formas que actúan como objetos para la vista, sonidos para el oído, y así sucesivamente.

La presencia de estos objetos aparentemente independientes hace que la mente se perturbe, percibiendo la aparición de las emociones. Por ejemplo, cuando nuestros ojos ven una forma, la cosa no se queda ahí: inmediatamente reaccionamos frente a ella. Cuando la forma nos parece agradable, nos sentimos atraídos. Si la encontramos desagradable o repulsiva, la rechazamos y queremos alejarnos. Lo mismo se aplica a toda la información sensorial, es decir, a todo lo que oímos, olemos, probamos o tocamos.

Cada vez que los órganos de los sentidos entran en funcionamiento deberíamos mirar directamente la esencia real de lo que está sucediendo. Gradualmente llegaremos a ver que el objeto que estamos percibiendo no es más que la mente trabajando. El objeto es la mente, no se diferencia de ella y, por lo tanto, no hay necesidad de crear ninguna dualidad artificial manteniendo una distinción clara entre sujeto y objeto. Si miramos la esencia de esta carencia de dualidad, la verdadera naturaleza del objeto y de la mente que lo percibe, descubriremos la esencia misma de la mente.

Esta percepción de la esencia de la mente tiene lugar cuando todos los pensamientos previos se han detenido y el siguiente pensamiento aún no ha aparecido. La mente se encuentra en el presente espontáneo su propia realidad. Es la mente la que ve su propia esencia y es a esto a lo que le damos el nombre de sabiduría primordial. Su presencia, entonces, aclara las emociones atómicamente. Es como encender una vela en un cuarto oscuro: tan pronto como la luz se hace presente, la oscuridad desaparece por sí sola. En forma similar, el simple hecho de que la sabiduría esté en la mente hace que las emociones se desvanezcan por completo.

Si tenemos éxito en meditar así, en ese mismo instante veremos la sabiduría inherente a cada emoción y, por ende, nos liberamos de su aspecto negativo, esto es lo que se conoce como la aparición y la liberación simultánea de las emociones. Cada uno de los cinco venenos se reconoce como una de las cinco sabidurías. Sí, por el contrario, no logramos ver el aspecto de sabiduría del evento que está teniendo lugar en la mente, una vez más quedamos atrapados en la dualidad. Seguimos el pensamiento, nos dejamos influenciar por él y empezamos a reaccionar ante el objeto aceptándolo o rechazándolo, hasta que la mente queda invadida por la confusión y las emociones y terminamos por experimentar el sufrimiento que sigue.

Dice en el texto que si renunciamos a los cinco venenos será imposible encontrar la sabiduría. La actividad de las emociones es la actividad de la mente. Cada emoción que aparece no es más que la mente misma en acción y, por lo tanto, si rechazamos las emociones estamos rechazando, al mismo tiempo la mente. Sólo a través de su actividad descubrimos la actividad de la sabiduría y entonces, al rechazar la actividad emocional de la mente, rechazamos la posibilidad de encontrar su actividad de sabiduría. Esto nunca nos llevará a realizar la realidad última de la mente.

Advertencia:
Abandonar los cinco venenos es un camino menos directo a la iluminación. Es el camino que siguen los sravakas (practicantes realizados del camino Hinayana). Sin embargo, ver la verdadera naturaleza de las emociones en la medida en que se presentan no es una tarea fácil. Si solamente nos permitimos mirar las emociones que aparecen en nuestra mente, una detrás de la otra, en la forma usual, no somos diferentes de lo que éramos antes. Nada ha cambiado. Si de verdad gozamos con nuestras emociones, incrementando deliberadamente su fuerza hasta que nos intoxican completamente, nos estaremos comportando como alguien poseído y, en consecuencia, acumularemos el karma de un demonio.

También puede suceder que nos convirtamos en ese tipo de personas que se sienten cada vez más orgullosas de su habilidad para lidiar con las emociones. Puesto que su entendimiento no se ha desarrollado plenamente, incrementan el poder de las emociones. Entre más fuertes se vuelven más grande se hace su orgullo y las cosas no paran ahí. Pese a no estar libres de confusiones emocionales, estas personas sostienen que sí lo están y se auto erigen en ejemplos para otros. Motivadas por un gran orgullo, buscan hacer crecer su reputación que las reconozcan es lo más importantes y famosas por su “adecuado” manejo de las emociones. Cada vez más confusas acumulan un karma que crece cada instante en negatividad.

Un Buda para cada emoción:

Si logramos mirar directamente la realidad de cada uno de los cinco venenos, en la medida en que aparecen, reconoceremos que no son otra cosa, que las cinco sabidurías.

En el veneno de la ira y el odio percibiremos la sabiduría como espejo que corresponde al Buda Dorje Sempa. Mirando directamente la naturaleza del orgullo, encontraremos la sabiduría de la igualdad y al Buda Ratnasambhava. En la naturaleza del deseo descubriremos la sabiduría discriminativa y al Buda Amithaba. Si miramos los celos y la envidia, veremos la sabiduría que todo lo logra y al Buda Amoghasiddhi. Y si miramos la ignorancia, encontraremos la sabiduría del Dharmahatu y al Buda Vairocana.

Estos Budas también corresponden a las diferentes energías elementales del cuerpo cada una de las cuales está asociada con una emoción. Ver a través de las emociones produce no sólo la realización de un aspecto de la sabiduría, sino que transforma el elemento correspondiente del cuerpo en cada uno de los cinco Budas. En el Vajrayana no abandonamos las emociones, simplemente miramos su naturaleza o esencia, a partir de la cual éstas se transforman automáticamente en las cinco sabidurías y espontáneamente generamos las mentes de los cinco Budas arquetípicos. Este tipo de práctica la emplean quienes meditan de acuerdo con la tradición del Mahamudra o Dzogchen.

Un remedio para todas las enfermedades:

Mirar directamente la esencia o naturaleza de una emoción es un método que puede aplicarse en todos los casos, de la misma manera en que podemos utilizar una sola medicina para curar cien enfermedades.

El practicante con grandes habilidades utilizará este método para “inflar” las emociones en el instante en que alguna de ellas aparezca en la mente, esto equivale a arrojar una diminuta chispa de fuego en un montón de heno seco: inmediatamente se encenderá y será completamente destruido, aunque la chispa original es pequeña, puede quemar cualquier cantidad de heno, de la misma forma una pequeña chispa de sabiduría puede quemar toda la confusión de la mente y las emociones asociadas con ella, hasta que lo único que queda en la mente es realidad última. Aquellos practicantes de medianas capacidades deben utilizar este método de la siguiente manera: tan pronto como una emoción aparezca en la mente en el momento de la meditación, deben examinarla directamente, con una mirada desprovista de cualquier revestimiento.

La emoción se calmará inmediatamente y perderá poder sobre el practicante. Se dice que este proceso equivale a reconocer la no dualidad del agua y las olas. En la superficie del mar se pueden ver muchas olas de diversos tamaños y formas, sin embargo, el contenido de las olas es la misma agua del mar. En realidad, no hay distinción entre las olas y el agua.

De igual forma todas las emociones que aparecen en la mente no son otra cosa que la mente misma. Por lo tanto, no hay razón para que debamos rebasar la emoción o para que la consideremos diferente a la mente. El practicante promedio podrá entender esto y al experimentar directamente el hecho de que las emociones son simplemente la mente, éstas se calmarán por su propia cuenta.

El practicante de capacidades ordinarias podrá hacerse consciente de la emoción en el momento en que ésta aparece en la mente. No deberá involucrarse en la emoción y dejarse tomar por ella que es lo que usualmente sucede. Es como alguien loco que de pronto recupera el juicio. Libre de su locura, su conciencia ordinaria regresa. En forma similar, tan pronto como esta persona se da cuenta de la presencia de una emoción, aplica la práctica que considere apropiada en ese momento y circunstancias. Ser conscientes de la emoción, incluso de manera parcial, aunque no nos libera nos da el punto de arranque para la aplicación posterior de otros enfoques para trabajar con las emociones. Para nosotros es difícil considerar la ignorancia como una emoción, pero, si pensamos cuidadosamente, podemos ser influenciados por la ignorancia como por el deseo y la ira. La ignorancia no es algo neutral sin efectos o consecuencias, es un estado definido de la mente que hace que actuamos en una forma determinada.

La ignorancia ocurre cuando no somos capaces de ver las cosas como realmente son. Esta incapacidad de reconocer lo que está sucediendo puede ser consciente o inconsciente: unas veces se presenta como la inocencia y otras como indiferencia, es decir, no quiere ver deliberadamente lo que está pasando. Puede involucrar factores como una confusión general acerca de lo que está ocurriendo o la formación de visiones totalmente erradas. También tiene que ver con el apego.

La ignorancia a veces puede ser muy cómoda (“la ignorancia es una bendición”, dicen. Si nos miramos de cerca, podemos encontrar estas actitudes en gran cantidad de nuestros comportamientos). Desde el punto de vista budista, la ignorancia nada tiene que ver con la inocencia o la bienaventuranza.

Por el contrario, es la causa principal de nuestro sufrimiento y por ello es que se incluye de forma explícita entre los cinco venenos.

Traducción al español: Miriam Cotes Benítez.

Extraido de “Budismo Hoy”, nº 3, Invierno del año 2002, por Sangha San Salvador Mónaco y Sangha San José Costa Rica

https://budismoencentroamerica.wordpress.com/2011/08/26/la-verdadera-naturaleza-de-las-emociones-lama-gendun-rinpoche/       

 

Los aspectos de Manas o Yi

 

EXPLICACIÓN DE LA SÉPTIMA CONCIENCIA

 

Acharya Lama Tenpa Gyaltsen

 

El tercer Karmapa Rangjung Dorjé dice que la aflicción es una característica potencial de la séptima conciencia, pero no todos los aspectos de la séptima conciencia están afligidos. También hay otros aspectos. Por lo tanto, cuando nombramos a esta conciencia como una categoría general, debemos referirnos a ella como manas, o yi en tibetano.

La séptima conciencia simplemente se refiere a la capacidad conceptual de la mente. Es la base de todas las concepciones posteriores que unen nombres y objetos. La séptima conciencia en sí misma no es la forma burda de conciencia que une nombres y objetos, pero es el potencial sutil que da lugar a todas las concepciones que unen nombres y objetos. Por lo tanto, parece que la séptima mente es sinónimo de concepción de esta manera en el contexto de Sólo Mente. La séptima conciencia toma la conciencia plenamente básica como su objeto y tiene el pensamiento: "Esta es la conciencia básica". En realidad, no puede tomar la conciencia básica. Este pensamiento se conoce como mente primaria, por lo que este es un caso en el que una mente primaria es conceptual. Este es un tipo de mente muy útil porque sirve como puerta de entrada para la plantación y el surgimiento de tendencias habituales en la base.

 

DOS ASPECTOS

La séptima mente que observa la conciencia de todas las bases conceptualmente tiene dos aspectos: uno, la mente inmediatamente anterior que sirve como puerta de entrada para el surgimiento y el cese de las seis conciencias comprometidas, y dos, el aspecto klesha. Basado en su observación de la conciencia base total, los eventos mentales locos entran y forman la fijación en el yo. Toman esta mera observación y de ella se fijan en un yo.

En el sistema de Sólo Mente, las seis conciencias comprometidas no tienen continuidad. Como sabemos por nuestros estudios de Lorik, que en su mayoría se basan en la visión del Sautrantika, solo la percepción mental directa carece de un continuo. Desde la perspectiva de la tradición pramana, las percepciones sensoriales tienen continuos: el primer momento de la percepción sensorial produce el segundo momento, el segundo produce el tercer momento, el tercero produce el cuarto momento, y así sucesivamente. Sin embargo, en el sistema de Sólo Mente, incluso las conciencias sensoriales no tienen continuos. Cada momento de la conciencia sensorial surge discretamente de la conciencia básica y se disuelve de nuevo en la conciencia básica, como olas en el océano, pero no se aniquilan cuando se disuelven de nuevo en la conciencia básica. La séptima mente es la que sirve como puerta de entrada para el surgimiento de la conciencia sensorial desde la base total y su disolución en la conciencia básica. Este es un punto profundo porque es fácil sentir que no tenemos conexión o relación con la conciencia básica. Podríamos pensar en el primer momento de conciencia sensorial que surgió de toda la base, pero luego esa conciencia sensorial produjo otra conciencia sensorial y han transcurrido cientos de miles de momentos desde que la primera conciencia sensorial surgió de la base durante tanto tiempo atrás. Sin embargo, de acuerdo con la presentación, cada momento de la conciencia sensorial surge de manera inmediata de la conciencia fundamental.

En el sistema Sautrantika, es necesario que estén presentes cuatro condiciones para que surja una percepción, pero en el sistema Solo Mente, solo deben estar presentes tres condiciones: la condición causal, la condición inmediatamente anterior y la condición dominante. La condición casual es la conciencia fundamental, la condición inmediatamente anterior es la séptima conciencia y la condición dominante es una facultad sensorial. Cuando esos tres se unen, puede surgir la percepción de una apariencia. En el Sistema de Solo Mente, la condición de objeto no es necesaria porque el objeto es parte integral de la tendencia habitual que está madurando desde la conciencia básica. No hay objetos externos en el sistema de Mente Solamente, así que si quieres un determinado objeto, tienes que plantar la tendencia habitual para ese objeto, y si haces esa tendencia habitual lo suficientemente poderosa, entonces surgirá una apariencia de ese objeto. Si no quieres un objeto determinado, solo tienes que deshacerte de la tendencia habitual a percibir ese objeto.

De esta forma, no hay continuos para las conciencias sensoriales. Cada momento surge de la conciencia básica y se disuelve de nuevo en la conciencia básica. Este es el aspecto inmediatamente anterior de la séptima conciencia.

Dado que el aspecto inmediatamente anterior es conceptual, va acompañado de aflicciones mentales, y se dice que la mente klesha, el segundo aspecto de la séptima conciencia, siempre va acompañada de cuatro aflicciones mentales.

Comenzamos con la cualidad inicial de la mente inmediatamente anterior de que es una mente primaria, pero al mismo tiempo es un pensamiento. Es un pensamiento sutil que observa la conciencia básica y piensa que esta soy yo, yo, yo, yo, yo, yo. Es un tipo de pensamiento poco claro y vago, y aunque es un pensamiento, es una mente primaria y es un pensamiento incorrecto. La conciencia básica no es un ego o un "yo" o un "mi". Es la séptima conciencia la que piensa que la conciencia básica es "yo" o "ego". Este mero pensamiento de “yo” no es un gran problema en sí mismo porque es solo un pensamiento débil y vago, pero como mente primaria, está acompañado por los cinco eventos mentales omnipresentes. Además de esos cinco eventos mentales omnipresentes, también va acompañado de las cuatro aflicciones mentales fundamentales del deseo, la ignorancia, el orgullo y la visión de uno mismo. Podemos reflexionar más sobre si estas cuatro aflicciones mentales surgen de forma secuencial o simultánea. Parece que podrían surgir secuencialmente, pero tendríamos que analizar más y averiguar el orden en el que surgen.

Es imposible que una mente afligida coexista con una mente de cognición válida. Del aspecto afligido de la séptima conciencia surgen todas las concepciones, las aflicciones mentales y los fenómenos naturales imputados, por lo que es imposible que cualquier cosa que surja de la séptima mente sea una cognición válida. Además, es imposible entrenar a la séptima mente para que se comporte de otra manera porque su esencia misma es defectuosa o incorrecta. Por lo tanto, en lugar de la concepción Mantrayana de transformarla en sabiduría, la instrucción general sobre cómo relacionarse con el aspecto afligido de la séptima mente es renunciar a ella.

La séptima conciencia se transforma o abandona en etapas. Por supuesto, sabemos que la séptima conciencia tiene dos aspectos, el aspecto inmediatamente anterior y el aspecto klesha. El aspecto klesha a su vez tiene dos aspectos, el aspecto burdo o imputado y el aspecto sutil o innato. El aspecto burdo de la mente klesha se abandona cuando uno alcanza el primer bhumi. El aspecto sutil de la mente klesha se abandona en el octavo bhumi. El aspecto inmediatamente anterior de la séptima conciencia se abandona en el estado del décimo bhumi, donde la conciencia base se invierte o cambia. En el lenguaje del dharma de Asanga y Maitreya al distinguir el medio de los extremos y distinguir el Dharma y el Dharmata, la séptima conciencia, tanto en sus kleshas como en los aspectos inmediatamente anteriores, se denomina "ideación falsa".

Para aclarar, las formas burdas también son la séptima conciencia, pero cuando la séptima conciencia observa la conciencia básica y tiene el pensamiento del yo, es un pensamiento sutil, no un pensamiento burdo que mezcla objetos y términos. La creación del potencial de pensamientos ocurre en la séptima conciencia en el nivel sutil de concepción. Es lo que llamamos ideación falsa.

Además, aunque la séptima conciencia percibe la entidad de la conciencia primaria, la percibe incorrectamente. Si algo es una mente primaria, no es necesariamente una cognición válida. Dentro de las mentes primarias, es posible tener tanto una cognición válida como una cognición no válida. En el caso tanto de la cognición válida como de la no válida, el objeto es correcto, pero la diferencia es si el objeto se conoce correctamente o se conoce incorrectamente. La conciencia básica no es el yo, pero la séptima mente la percibe como el yo y, de esta manera, la mente primaria lo percibe incorrectamente.

Con respecto a las tres condiciones necesarias para el surgimiento de una conciencia comprometida: la condición causal o conciencia básica, la condición inmediatamente anterior o séptima mente, y la condición dominante, una facultad sensorial, en el sistema, objetos y conciencias de Solo Mente son simultáneos. El razonamiento de la observación simultánea definida es uno de los razonamientos que establecen que ningún objeto está separado de la mente y que los objetos de la conciencia surgen simultáneamente. Sin embargo, para que aparezcan simultáneamente, se necesita una puerta de entrada y esa es la facultad de los sentidos. Además, la facultad de los sentidos es la forma, no la conciencia per se. Es solo que ninguna forma está separada de la conciencia, y la facultad es una forma sutil que es una puerta de entrada necesaria para el surgimiento simultáneo de objetos y conciencias. Por tanto, la facultad del sentido no es algo primordialmente establecido fuera de la mente, sino que también es algo establecido a través de las tendencias habituales.

https://nitarthainstitute.org/2021/04/13/explanation-of-the-seventh-consciousness/